Badajoz, una ciudad con un rico tapiz histórico, alberga barrios cuyos nombres son ventanas a su pasado.
En este artículo, desentrañamos las historias que se esconden tras los nombres de algunos de sus barrios más emblemáticos.
El Casco Antiguo
El Casco Antiguo, o Casco Histórico, es el núcleo más antiguo de la ciudad.
Situado sobre el Cerro de la Muela y a orillas del Guadiana, este barrio es un verdadero testimonio de la historia de Badajoz, mostrando influencias musulmanas, medievales cristianas y modernas.
Destacan la Torre de Espantaperros, la Alcazaba, la catedral, el Puente de Palmas, y la Puerta de Palmas.
Este sector es también un centro vibrante de comercio y restauración, reflejando la vida cotidiana y la historia de la ciudad.
Pardaleras
Pardaleras, un barrio cuyo nombre ha generado diversas teorías.
Una posibilidad es que provenga de ‘pardales’, término usado para describir a transeúntes que vestían ropas pardas.
Otra teoría sugiere que el nombre se debe a las plagas de pájaros pardales, atraídos por los cultivos de trigo que había en la zona.
San Roque
El barrio de San Roque emergió alrededor de una ermita dedicada a este santo, en terrenos cedidos por el Ejército.
Desde su creación a principios del siglo XX, San Roque ha experimentado un crecimiento ordenado, convirtiéndose en un barrio distintivo por sus casas de una sola planta y su principal artería, la Avenida Ricardo Carapeto.
Cerro de Reyes
La historia del Cerro de Reyes es compleja y rica en detalles.
Originalmente conocido como el cerro de don Baldomero, el área fue adquirida por José Bas Rojas, conocido como «Pepe Reyes».
Este transportista y corredor de mulas, que alcanzó una gran riqueza, compró diversas tierras, incluido este cerro.
La influencia de José Bas Rojas en la configuración urbana de Badajoz se extiende más allá del Cerro de Reyes. La primera parcela que vendió de sus tierras fue la que hoy alberga el Perpetuo Socorro y el Materno Infantil. Esta venta y desarrollo marcó el inicio de una transformación urbanística importante en la región, mostrando cómo las decisiones individuales pueden moldear el paisaje de una ciudad.
Este barrio, el Cerro de Reyes, afectado gravemente por las riadas de 1997, ha sido reconstruido y transformado en el Nuevo Cerro de Reyes, manteniendo su legado y resiliencia a través de los años.
San Fernando
San Fernando es otro barrio cuyo nombre refleja la influencia de construcciones militares en la denominación de los barrios de Badajoz.
Su nombre alude a la presencia histórica de instalaciones militares en la zona.
Inicialmente era un barrio industrial y obrero, ha evolucionado a lo largo de los años. Este cambio se debe al auge inmobiliario y al éxodo rural de las décadas de los 60 y 70, resultando en la construcción de numerosas viviendas y transformando profundamente la fisonomía del barrio.
Suerte Saavedra
Suerte Saavedra lleva el nombre de la familia Martín de Saavedra, propietarios de los terrenos donde se construyó el barrio.
Este lugar, que originalmente era propiedad privada, se ha transformado en un área residencial, manteniendo viva la memoria de sus orígenes y de la influencia de la familia Saavedra en Badajoz.
El Gurugú
Conocido también como Nuestra Señora de la Asunción, es un barrio marcado por la tenacidad de sus habitantes.
Desde principios del siglo XX, las familias de obreros de las canteras de cal se asentaron aquí, enfrentándose a constantes desafíos para mantener sus hogares.
El nombre del barrio se inspira en las escaramuzas bélicas del monte Gurugú en África, reflejando un paralelismo con las luchas vividas en este barrio de Badajoz.
Las Moreras
Las Moreras debe su nombre a la plantación de árboles del mismo nombre que antiguamente existía en la zona.
Este proyecto, ideado para fomentar la cría del gusano de seda en Badajoz, es un reflejo de los intentos de la ciudad por diversificar su economía y aprovechar sus recursos naturales.
Santa Engracia (UVA)
El barrio de Santa Engracia, también conocido como UVA (Unidad Vecinal de Absorción), lleva en su nombre la huella de un supuesto milagro atribuido a esta santa.
Este barrio, originalmente destinado para viviendas temporales, ha evolucionado con el tiempo, manteniendo su identidad y sus múltiples denominaciones.
La Luneta y Los Colorines
La Luneta y Los Colorines son ejemplos de barrios cuyos nombres derivan de sus características visuales. Mientras La Luneta debe su nombre a la forma original de la urbanización, Los Colorines se distingue por las viviendas pintadas de diversos colores.
Valdepasillas
Valdepasillas se llama así por una finca que existía en esta gran llanura, que era muy transitada al tratarse del camino que originalmente unía a Badajoz y Mérida.
Polígono de La Paz
El Polígono de La Paz, inaugurado en 1964, es un barrio cuyo nombre conmemora los 25 años de la victoria franquista, simbolizando un cuarto de siglo de paz tras la Guerra Civil Española.
Cerro Gordo
Conocido también como Barriada de la Independencia, Cerro Gordo es un reflejo de la modernidad y juventud de Badajoz.
Este barrio, comenzado en 2006, es un proyecto de interés regional y se caracteriza por su población joven, con una media de edad de entorno a 30 años, simbolizando el crecimiento y la evolución de la ciudad.
Cada barrio de Badajoz es un entrelazado de historias personales, decisiones económicas y desarrollos urbanísticos que, juntos, han dado forma a la ciudad tal y como la conocemos hoy.
Reconocer y comprender estas historias no solo enriquece nuestro conocimiento de Badajoz, sino que también nos permite apreciar la complejidad y la riqueza de su tejido urbano y social.
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